El THE MASKAL es una catarsis que eleva los mecanismos de defensa y pone en jaque a todas nuestras agresiones síquicas. Consiste en calentar piedras que los chamanes llaman abuelas algo parecido a un baño turco pero con un toque místico y ceremonial donde sacamos nuestras opresiones del alma y el cuerpo y en un estado desnudo y vulnerable alcanzamos la plena sinceridad interior, nos unificamos a la madre tierra y pedimos perdón a la Pacha Mama por la agresión de la especie humana hacia ella.
Ella es la que nos cura. El problema no son los virus ni las bacterias que existen desde el comienzo de la vida y están por doquier sino nuestro cuerpo físico que al olvidar cultivar la energía vital que los chinos llaman CHI y los hindues PRANA hemos perdido la capacidad de defendernos y esto es todavía más perceptible en las nuevas generaciones que se han alejado de la Madre Naturaleza.
Los padres debemos aprender estas artes pránicas y transmitirlas a nuestros hijos pues va a llegar un momento donde los fármacos, en los cuales los chicos tienen tanta fé, no van a tener operatividad. Llegó la hora. Nos convertimos en alquimistas o el proyecto de vida humano será arrasado por las pandemias venideras.
De alguna manera, las nuevas generaciones están buscando la magia y lo podemos deducir a través de la fascinación que los libros y las peliculas de Harry Potter y las lecturas de la saga de Crepúsculo producen en nuestros chicos. La magia realmente es maestría sobre el Prana y la mente. Y este poder se logra educando la voluntad y vectorizando la mente con desapego y humildad hacia un fin loable. Volviéndonos cocreadores con Dios sin intentar suplantarlo en ningún momento porque caeríamos de inmediato en la Magia Negra.
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